El segundo sexo y Syriza

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Hace más de sesenta y cinco años que Simone de Beauvoir escribió “El segundo sexo”. Yo lo descubrí el año pasado. Es una de las lecturas que más me ha hecho comprender la historia de la humanidad (la occidental) y parte de mi propia historia (la que he vivido, la de mi entorno cercano). Por eso me pregunto: ¿Cómo es que no nos hicieron leer esto durante el instituto? (enhorabuena a quien sí se lo hicieran leer)

Hoy, a quien critica que el recién elegido gobierno de Grecia, Syriza, no tenga mujeres en su equipo, le pueden soltar fácilmente un: “es que a los gobernantes hay que elegirlos por su valía no por su sexo”

Y este pensamiento te lo encuentras entre muchas, muchas personas, incluidas personas jóvenes, cultas y modernas...y no se preguntan nada más, como por ejemplo ¿Por qué? ¿Por qué sólo hombres válidos llegan al poder? ¿en qué consiste ser válido? ¿Se nace válido o se hace válido? ¿Por qué es tan altamente improbable que hubiesen salido 12 mujeres más válidas que ningún hombre griego? ¿Las personas que nacen con vagina son menos válidas que las que nacen con pene? Si "no se nace mujer: lleva una a serlo", es posible que algunas de las personas elegidas por Alexis Tsipras sea una mujer con pene? y ¿será alguna de estas personas feminista?

La gran mayoría de estas preguntas se responden con un rigor histórico exquisito y una lectura amena (cosa que también admiro mucho) en “El segundo sexo”, escrito en 1949 . Por eso para quien quiera entender de dónde le viene esa forma de pensar, esa que justifica con “la valía” que Syriza no tenga mujeres en su equipo, yo le recomendaría leer “El segundo sexo” . Leamoslo cuantas veces sea necesario, no para juzgarnos, no para separar entre feministas y no feministas, entre logocentristas y no logocentristas, no para estar de acuerdo con todo lo que dice de Beauvoir...sino para entender de donde viene lo que somos y cómo pensamos. Puesto que se trata de una construcción social, a quien le han hecho pensar así es una víctima más. Y somos responsables de dejar de ser víctimas para pasar a ser equilibristas.

Así empieza, ni más ni menos este libro:

“DURANTE mucho tiempo dudé en escribir un libro sobre la mujer. El tema es irritante, sobre todo para las mujeres; pero no es nuevo. La discusión sobre el feminismo ha hecho correr bastante tinta; actualmente está punto menos que cerrada: no hablemos más de ello. Sin embargo, todavía se habla. Y no parece que las voluminosas estupideces vertidas en el curso de este último siglo hayan aclarado mucho el problema. Por otra parte, ¿es que existe un problema? ¿En qué consiste? ¿Hay siquiera mujeres? “

Repito:
“...Y no parece que las voluminosas estupideces vertidas en el curso de este último siglo hayan aclarado mucho el problema. Por otra parte, ¿es que existe un problema? ¿En qué consiste? ¿Hay siquiera mujeres? “

De nuevo, dejo el enlace al pdf de todo el libro. Hay otros libros, otras grandes autoras y autores, y también se puede comprender todo esto desde la experiencia directa, pero yo hago referencia a esta lectura porque a mi me sigue ayudando a dar respuesta a muchas preguntas, y porque pienso que si fuera de lectura tan obligada como la de Platón o Aristóteles, la evolución podría ser un poco menos lenta...

Y termino con este documental de Simone de Beauvoir, del que sobretodo me emociona ese principio donde se leen parte de las cartas que tantas personas le enviaron como agradecimiento por haber escrito "El segundo sexo". Yo también se lo agradezco:


2 comentarios:

eeneerei dijo...

Grande María! Cuánto cariño y perplejidad hay en tus palabras. Está bien comenzar por la perplejidad, es lo que nos une y abre las puertas a la ironía.
Y no es que falte mucho, es que si no alimentamos continuamente el camino se involuciona. Estamos siempre en marcha...
Abrazos siempre.

Desbordante dijo...

Gracias Enrique!, siempre es un placer verte de vez en cuando por aquí. La verdad que sí que se ha evolucionado, lees a Judith Butler, a Beatriz Preciado, a Remedios Zafra y muchas más y claro que hay avances sorprendentemente emocionantes...pero ¿sería alguna de ellas ministra de un país?, que quizás no les interese, o ¿las llamaría alguien de los que tienen acceso a ese tipo de poderes para proponerselo porque considerase fundamental sus conocimientos y su forma de ver el mundo?...Con el tiempo, claro, estando en marcha como dices, para poder responder que sí...
Abrazos ;)

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