Sin Rencor



"Tienes que contarlo/dibujarlo sin rencor. Esto es importante, sin pensar en la escuela. Piensa tan sólo en los habitantes de aquel oasis."

Son palabras de uno de mis mejores profesores, en referencia al trabajo que he decidido seguir realizando los próximo meses. Aprender a dibujar/contar mejor la experiencia, el pensamiento crítico desarrollado, y todas las decisiones tomadas desde el momento que decidí dar una especie de salto al vacío y contextualizar el proyecto final de carrera en los límites inestables de un Oasis.

Otro de mis mejores profesores me dijo que no imagina poder hacer arquitectura hoy en día si no es en un contexto feliz, haciendo lo que te de la gana, sin discursos, sin presiones ajenas. Yo interpreté que se refería, no tanto a que el contexto que te rodea sea feliz, sino a que uno mismo pueda asimilarlo como tal, para no estar en tensión, en guerra continuamente.

O a que una misma se construya ese contexto feliz, donde la concentración necesaria sea posible.

De esto hablan las dos mujeres que stoy leyendo en estos momento: Virginia Woof en "Una habitación propia", 1928, y Remedios Zafra en "Un cuarto propio conectado" , 2010, y en otros textos suyos

Está siendo una delicia leerlas a las dos a la vez. Es como asistir a una conversación entre ambas conmigo como nodo interlocutor, pasando el micro de la una a la otra cada vez que intuyo que se producirán conexiones sobrecogedoras entre las reflexiones de una mujer de principios del siglo XX y las de una mujer que vive muy conscientemente en la cultura contemporánea del siglo XXI.

A Remedios Zafra la tendremos dentro de unos días en la escuela de arquitectura de alicante (Jueves 31 de marzo y viernes 1 de abril).
A Virginia Woof no la tendremos, no porque si viviera tendría 128 años, sino porque se suicidó. Al parecer era frágil. Y alguien tan frágil escribió cosas tan lúcidas como las que siguen:

"...
¿cuál es el estado mental más propicio al acto de creación?, me pregunté...¿Cuál era el estado mental de Shakespeare cuando escribió, por ejemplo, El Rey Lear? Sin duda era el estado mental más favorable a la poesía en que jamás nadie se ha hallado. Pero el propio Shakespiere nunca dijo nada de su estado mental.

...Si sabemos tan poco de Shakespeare es porque
nos esconde sus rencores, sus hostilidades, sus antipatías. No nos detiene ninguna "revelación" que nos recuerde al escritor. Todo deseo de protestar, predicar, pregonar un insulto, sentar una cuenta, hacer al mundo testigo de una dificultad o una queja, todo esto ha ardido en su mente y se ha consumido. Su poesía mana, pues, de él libremente, sin obstáculos.

Encontrar en el siglo XVI alguna mujer en este estado mental era evidentemente imposible.
...Vivir una vida libre en Londres en el siglo XVI hubiera representado para una mujer que hubiese escrito poesía una tensión nerviosa y un dilema tales que posiblemente la hubiesen matado.
De haber sobrevivido, cuanto hubiese escrito hubiese sido retorcido y deformado, al proceder de una imaginación tensa y mórbida.

...Había, alrededor del año 1880, una mujer que escribía sin odio, sin temor, sin protestas, sin sermones (Jane Austen, Orgullo y Prejuicio). Así es como escribió Shakespeare y cuando la gente compara a Shakespeare y a Jane Austen, quizás quiere decir que las mentes de ambos habían quemado todos los obstáculos, y por ese motivo no conocemos a Jane Austen ni conocemos a Shakespiere, y por ese motivo Jane Austen está presente en cada palabra que escribe y Shakespeare también.
Si Jane Austen sufrió en algún modo fue de la estrechez de la vida que le impusieron. Una mujer no podía entonces ir sola por las calles. Pero quizá por caracter Jane Austen no solía desear lo que no tenía. Su talento y su vida se acoplaron perfectamente."


Gracias a Ester Gisbert, que cuando le dije que iba a leer "Un cuarto propio conectado" me contestó entusiasmad: Sería bonito que te leyeras antes "Una habitación propia". Yo lo tengo, es un regalo muy especial, pero te lo dejo.

Y ahora a seguir con la emocionante tarea de intentar dibujar sin rencor.

Imagen: dibujo obra de un niño del Oasis. Lineas temblorosas para los límites, ventanas en las esquinas superiores (que son en realidad ventanas interiores), la ventana-tele conetada a la parabólica y las flores voladoras de su Oasis.
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