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Esta investigación se inicia con el Proyecto Fin de Carrera de arquitectura, realizado entre 2010-2011
Título: Cuatro maneras de caminar por un Oasis
Tutores: Enrique Nieto, Juan Antonio Sánchez Morales. Escuela de Arquitectura, Universidad de Alicante.
Publicaciones posteriores que han continuado esta investigación:  
Metodologías de PFC desde una perspectiva de género
Disidencias afectivas

"La utopía está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se desplaza diez pasos más allá. Por mucho que camine, nunca la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso: sirve para caminar." 
(Eduardo Galeano)

Resumen:
Vivir el proyecto arquitectónico como oportunidad para repensar el oficio y las múltiples formas de actuar sobre la realidad desde sistemas de prácticas arquitectónicas diferentes. Elegir lugares periféricos y a la vez necesarios de investigar: un oasis situado en la frontera sin resolver entre Marruecos y Argelia. Preguntarse ¿cómo puedo yo, mujer, occidental y arquitecta, colaborar con un lugar como éste? El resultado de estas premisas son cuatro maneras diferentes de trabajar sobre un mismo lugar, que sucedieron sin planificar previamente y que alimentaron la apropiación subjetiva del contexto y de mi oficio, indagando sobre preguntas que consideraba relevantes para el futuro del oasis. La más fructífera fue aquella en la que partí de las labores cotidianas de cuidados y mantenimiento realizadas por las mujeres que se empeñan en mantener vivo este lugar.


Accedería al oasis colaborando con una de las ONG´s que empezaban a trabajar allí. Con esta decisión se definían características de unos modos de hacer que he querido continuar posteriormente: la inmersión en los contextos considerándome una habitante más, y la mirada de extranjera que quiere ver en los conflictos oportunidades de innovación social.

La presentación de este PFC se tituló “Cuatro maneras de caminar por un Oasis”, diferenciando cuatro modos diferentes de trabajar sobre él, que sucedieron sin tenerlos planeados.


1ªForma: Caminar con visibilidad distorsionada. 
¿Cómo representar un Oasis desde la condición de extranjera? 
Un trabajo de resignificación del oasis tratando de superar las visiones del imaginario social o del discurso científico, no negando mi propia subjetividad. Una representación activista y afectiva, desde la escala global (un oasis en el ecuador político, en el año de las revueltas árabes) a la escala corporal (de la vivencia de siete días entre tormentas de arena)

Comencé geolocalizando el oasis de Mhamid como un nodo más de la red de Oasis histórica que en el pasado estaban conectados por las rutas comerciales de las caravanas. Terminé referenciandolo respecto al Ecuador Político, que es la franja del globo terráqueo entre el paralelo 30 y el 36 con mayor concentración de conflictos fronterizos y donde también se concentran las principales revueltas árabes ocurridas durante el año 2010. Resultó clave para mí comenzar a representar este lugar tanto por su condición de sistema oasis como por su condición de lugar fronterizo.
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Cronograma de la evolución de unas fronteras:
Descubrí después de meses trabajando en el Oasis de Mhamid que estuvo literalmente divido en dos por la frontera que separa marruecos de Argelia hasta finales del s.XX. En 1994 marruecos trasladó la frontera unos 90km hacia el sureste, siendo una frontera virtual en el desierto, que no está balizada porque no  hay acuerdo entre ambas naciones. Esta inestabilidad política está provocando la militarización del Oasis. A esta frontera política se le suma la frontera medioambiental actualmente en desequilibrio entre el oasis y el desierto que avanza sobre él debido a un proceso de desecación artificial del Oasis. Por último encontramos las fronteras sociales entre una población rural musulmana, aislada, y una población nueva en forma de turismo, cooperación y militarización que llega cada vez de forma más numerosa al Oasis. 
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Este trabajo sirvió para visibilizar los lugares del oasis donde se superponen a la vez conflictos macro y micro políticos, conflictos medioambientales y conflictos interculturales o neocoloniales. Son las fronteras inestables donde más se concentra la tensión, donde más se materializa el problema, donde se pueden ver condensadas las principales crisis globales. Estas fronteras inestables son los lugares donde está la oportunidad del proyecto porque es donde está la tensión.
2ªForma: Caminar a saltos. 
¿Cómo se pasa de la ciudad mercado a la ciudad hipertexto sin pasar por la ciudad industrial? Un trabajo de visibilización de futuros posibles para el oasis resultado de enfoques diferentes, desde los principios de la sociología urbana de Asher a las herramientas de la sociopraxis de T. Villasante, desde posicionamientos conservacionistas, progresistas, al intento por trazar vínculos entre ellos creyendo que la única sostenibilidad posible es aquella que permita que múltiples realidades puedan coexistir.
Esta es una de las condiciones actuales del oasis de mhamid: una sociedad rural que vive en la ciudad mercado medieval y que para sobrevivir ha de pasar a formar parte de la ciudad y la sociedad hipertexto. El esquema superior parte del que se encuentra en el libro "Nuevos Principios del Urbanismo" de Asher, comparando los paradigmas que definen un tipo de ciudad y sociedad con otro, en nuestro caso confrontando directamente los paradigmas de la ciudad mercado con los de la ciudad hipertexto o metápolis..

Esta confrontación de paradigmas hace necesario desarrollar estrategias para la gestión de conflictos.
La manera con la que quise abordarlos fue a través de estrategias transversales que me permitiesen establecer vínculos entre posicionamientos alejados e incluso opuestos. Frente al problema de qué hacer con un “Sistema Obsoleto” el dilema está en la posición de CONSERVAR frente a la de PROGRESAR. A este dilema se le añade la paradoja de DESARROLLAR de FORMA SOSTENIBLE o DEJAR DESAPARECER. El conjunto es un tetralema, un sistema para la resolución de conflictos con el que trabajé creyendo que la única sostenibilidad posible para el oasis era aquella que permitiese que muchas realidades fuesen posibles, desde posicionamientos diferentes. Ya no estoy tan convencida de ello, puesto que intuitivamente acabé desarrollando aquellas propuestas que tienen que ver más directamente con aumentar la capacidad de autogestión, de experimentación y finalmente de libertad de la población del Oasis para poder decidir sobre su propio futuro.
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3ªForma: Caminar a contra viento. 
¿Cómo negociar con la sociedad de un Oasis para definir un proyecto común? Un intento por definir colectivamente no un producto arquitectónico (que fue lo que me pidieron por ser arquitecta) sino un proceso, unos modos de organizarse y unos modos de hacer un espacio común desde el que vivir y experimentar el oasis.



Consideré habitantes del oasis a todas aquellas personas, locales o extranjeras, que tuviesen la intención de desarrollar un proyecto de vida en el oasis de mhamid. Realicé un sociograma donde visualizar todos estos agentes interactuando bajo los ejes de afinidad al proyecto y los ejes de poder.Investigué posibles formas organizativas que distribuyesen el poder: ONGs, empresas, cooperativas... Entregué, no planos acabados de productos arquitectónicos, sino solo bocetos para negociar esos espacios comunes a todo el oasis donde lo importante sería el proceso que lo hiciese posible y las dinámicas que dicho proceso generase. Dinámicas de aprendizaje, de experimentación, de desbordamiento de situaciones estancadas.

Experimenté la dificultad de la disciplina arquitectónica para salirse de sí misma y constituirse en verdadera herramienta de emancipación social. Después de muchas negociaciones tratando de establecer los puntos comunes que hiciesen deseable el proyecto, constaté que centrar el trabajo en las negociaciones sobre el terreno cedido o las técnicas constructivas (ambas propiedad de los hombres del oasis) dejaba fuera de la conversación a las mujeres. Y mientras nosotros discutíamos ellas cultivaban el oasis. Decidí entonces trabajar los últimos meses desde lo emocional, desde las experiencias cotidianas vividas.


4ªForma: Caminar a favor del viento. 
¿Cómo colaborar con un Oasis desde lo emocional, lo afectivo, lo cotidiano? Esta manera de trabajar consistió en partir de la experiencia directa de siete días en el Oasis, agrupando hechos cotidianos y acontecimientos según relaciones intuitivas. Para cada uno de estos grupos de experiencias propuse una acción como medio de transgredir momentaneamente las fronteras inestables del Oasis. La estrategias planteadas para ello son:
1-frente a las fronteras sociales, espacios de experimentación que subviertan los usos asignados a los diferentes rangos de poder.
2-frente a las fronteras medioambientales, pactos cooperativos entre la sociedad y la naturaleza extrema.
3-frente a las fronteras políticas, autogestión y visibilidad para aumentar la capacidad de decisión sobre su propio futuro.

Si estas acciones tenían éxito, se irían construyendo escenarios que permitiesen y concentrasen la creatividad colectiva, rediseñando la tecnología local para y junto a quien se empeña, desde sus labores cotidianas, en que este lugar siga existiendo. Un espacio de posibilidad para convertirse en innovadoras sociales, para reinventar las formas de habitar y aumentar la emancipación propia y la del ecosistema del que forman parte. Escenarios de “tecnoimaginarios” (Remedios Zafra) donde aprender a subvertir las fronteras del Oasis, “fabulaciones… político poéticas sobre la tecnología…Este modo de hacer resumiría el paso de la domesticación a la creación que aquí reivindicamos para las mujeres que usan y crean tecnologías. Mujeres de carne y hueso que tienen algo de ficción” (Remedios Zafra, 2014)






Tengo claro que no pretendía centrar el proyecto en el colectivo de mujeres del oasis, una especie de club cerrado de muy difícil acceso para el extranjero. Fue quizás el humor, la creatividad paródica de mi papel de mujer y extranjera y del suyo de mujeres del oasis, el que me permitió trazar vínculos afectivos hacia ella, tener más curiosidad por descubrir su rol desde dentro, lo que hacían, cómo y por qué. El afecto a sus labores domésticas me permitió reconocerlas como uno de los ejes principales que mantenía vivo el oasis, revalorizándolas como prácticas creativas, incluso como poesía, ”performance cotidianas”, por su capacidad expresiva de una realidad cruda, sin caer en la visión romántica o victimista.

Hubo que salirse de los límites de la disciplina arquitectónica, para acercarse desde los bordes, extradisciplinarmente, a las tecnologías situadas de las mujeres. Desde el rediseño y experimentación colectiva de estas tecnologías, se revelaba un campo de posibilidades mucho más fértil para reinventar las formas de cohabitar llevando lo doméstico a lo público, llegando a poder ser ejes vertebradores de cuestiones públicas de gran relevancia en el oasis, como la gestión del agua, de las barreras contra la desertificación, de la frontera política sin resolver entre marruecos y argelia…




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Una de las siete propuestas de experimentación, la más emocionante para mí, surge de las tormentas de arena y las mujeres del Oasis.

Descubrí que los elementos que mantienen vivo el sistema son las palmeras, los tamarindos y las mujeres, siendo las mujeres las que cultivan el Oasis. Sin ellas éste desaparecería en unos cinco años por el avance del desierto, que es el tiempo que han tardado en desaparecer otros poblados abandonados. Después de una tormenta de arena que viví en la frontera entre el oasis y el desierto, las mujeres aparecieron y se pusieron a trabajar la franja de tierra que se encuentra en el límite porque es el terreno que corre peligro dejar de ser fértil. 
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Las acciones que propongo ante esta realidad son las de RECICLAR  y PETRIFICAR. Reciclar el agua a través de tecnología apropiada para el oasis y a través de las personas adecuadas para su gestión, que en este contexto son las mujeres porque son ellas las que cultivan. Petrificar la arena a través de biotecnología adecuada a este lugar, desarrollado como un programa de investigación por las personas que trabajan la frontera entre el oasis y el desierto, que de nuevo, son las mujeres. Cultivos de la bacteria bacillus, depósitos de urea, de cloruro cálcico y de aguas recicladas, es el conjunto que se les ofrece a las mujeres para su autogestión. Ellas pueden regar para cultivar, ahora pueden regar para petrificar, participando en la acción y toma de decisiones para la reconstrucción continua del oasis.


 


Se trataba, en fin, de revertir las fronteras sociales, políticas y ecológicas, no enfrentándose directamente a ellas, sino a través de éticas afirmativas sobre lo invisibilizado, que llevadas a la práctica en el hacer cotidiano fuesen deconstruyendo aquello que esté impidiendo evolucionar y construyendo otros futuros. Hacer arquitectura desde estos modos consistiría en reconstruir el hábitat o las formas de habitar, desde el QUIÉN (el colectivo de mujeres), el CÓMO (sus tecnologías rediseñadas) y el DÓNDE (los lugares donde realizaban dichas tareas, resituados física y psicológicamente).
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